Durante la campaña, los hospitales y centros médicos adheridos del país ofrecen atención gratuita a todos los pacientes que voluntariamente se acercan a la consulta por lesiones de piel sospechosas.
Contamos con la ayuda de dermatólogos, empresas, organismos gubernamentales y diferentes medios comunicación para realizar esta acción y difundir medidas de prevención.
Participá y ayudanos a concientizar acerca de la importancia que tiene la salud de la piel.
Relacionados con la prevención del cáncer de piel
El cáncer de piel es el tipo más común de los cánceres en el ser humano. Como el daño solar es acumulable, las exposiciones reiteradas e indiscriminadas producen a largo plazo un envejecimiento prematuro, lesiones precancerosas y cáncer de piel. Otras causas menos frecuentes son la exposición repetida a rayos X, presencia de cicatrices por quemaduras severas, exposición ambiental al arsénico y antecedentes familiares de cáncer de piel.
La forma más eficaz para prevenir el cáncer de piel es la educación: saber cómo, cuándo y cuánto exponernos al sol.
Programá una visita al dermatólogo una vez al año o ante lunares o manchas sospechosas.
El cáncer de piel es curable en la mayoría de los casos. Realizá el autoexamen de tu piel con frecuencia.
Los lunares o nevos melanocíticos son comunes a todas las personas.
Frecuentemente son de color amarronado, de bordes regulares y de un
tamaño menor a 5-6 mm. Pueden comenzar como una mancha y con los años
hacerse sobresalientes, perder el color y, en ocasiones, tener pelos.
Los nevos atípicos o displásicos suelen ser de más de 6 mm, forma levemente
asimétrica, varios tonos de marrón o rosados, mostrando un aspecto raro.
Ante cualquier cambio que te resulte sospechoso en tus manchas o lunares, consultá al dermatólogo.
Ponerse al sol específicamente para conseguir más vitamina D no es una buena elección, porque los beneficios que se obtienen de la vitamina quedan anulados por el aumento en el riesgo de cáncer de piel.
Los fotoprotectores de aplicación tópica que tienen la propiedad de disminuir el daño de los rayos solares en la piel. Debe utilizarlos siempre que se exponga al sol. Recuerde que las nubes dejan pasar el sol.
La piel de las embarazadas sufre algunos cambios hormonales propios del la gestación. Es importante considerar que estos cambios son fisiológicos, es decir, no deben ser considerados enfermedades.
En los niños el sistema natural de protección no está desarrollado y en ellos el daño solar es máximo y acumulativo. Una adecuada protección desde la infancia disminuirá el riesgo de cáncer en la edad adulta.
Las camas solares generan radiación ultravioleta en el rango de UVA y un pequeño porcentaje de UVB. Recibir 10 o más sesiones anuales de bronceado artificial, contribuye al envejecimiento prematuro y aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel.
Elija y busque la sombra: debajo de un árbol, techo, sombrilla o carpa. Use ropa y accesorios adecuados para protegerse: gorro o sombrero de ala ancha, ropa de trama apretada (con mangas), anteojos de sol con filtros para RUV (Radiación Ultravioleta).
El sol es fuente de vida, nos da calor, luz, permite la síntesis de vitamina D y brinda beneficios en el estado de ánimo. Sin embargo, las exposiciones intensivas y sin protección a las radiaciones solares pueden causar daño en la piel.
Carcinoma Basocelular, es el cáncer más frecuente en el humano, especialmente en la raza blanca, con continuo crecimiento de su incidencia en las últimas décadas, involucrando a grupos de personas cada vez más jóvenes.
Esta campaña se puede llevar a cabo gracias a la participación de las autoridades y todos los miembros de la Sociedad Argentina de Dermatología.