Campaña Nacional de Prevención del Cáncer de Piel

RADIACIONES SOLARES Y SUS EFECTOS EN LA PIEL

El sol es fuente de vida, nos da calor, luz, permite la síntesis de vitamina D y brinda beneficios en el estado de ánimo. Sin embargo, las exposiciones descontroladas a las radiaciones solares causan efectos dañinos en la piel.

EL EFECTO DE LAS LAS RADIACIONES UV EN LA PIEL ES ACUMULATIVO, PROGRESIVO E IRREVERSIBLE.

Las radiaciones electromagnéticas solares se caracterizan por su frecuencia y longitud de onda, y se clasifican en diferentes grupos en función de estas dos propiedades; al conjunto total se denomina espectro electromagnético, y en él se distinguen desde ondas de radio, microondas, infrarrojos, luz visible, luz ultravioleta (UV), rayos X, rayos gamma.

De todo el espectro solar, sólo la luz visible, los infrarrojos y una parte de la luz ultravioleta alcanzan la superficie terrestre. La radiación ultravioleta constituye la principal responsable de las alteraciones de la piel. Su energía es inversamente proporcional a su longitud de onda, de forma que la más corta es la más energética. Atendiendo a esta propiedad se clasifican en 3 bandas energéticas: UVC (200-290 nm), UVB (290-320 nm) y UVA (320-400 nm).



  • Los UVC, los más nocivos, son absorbidos por la capa de ozono.
  • Los rayos UVB, aunque son filtrados en alta proporción por la capa de ozono, son los responsables del enrojecimiento y las quemaduras solares y los protagonistas en la- generación del cáncer de piel.
  • Los rayos UVA llegan en mayor cantidad a la superficie terrestre, tienen menor energía que los UVB pero penetran en la piel en profundidad dañando el tejido elástico. Son co-protagonistas del cáncer de piel y los que generan el bronceado.


El efecto de las las radiaciones UV en la piel es acumulativo, progresivo e irreversible.



Los efectos biológicos de la radiación UV son muy diversos y dependen de su longitud de onda, penetración en la piel y tiempo de exposición, hora del día, distintas estaciones del año, la altura, polución ambiental, pudiendo aparecer poco después de la exposición solar o años más tarde: entre los primeros se destacan el eritema y la quemadura solar, las fotodermatosis y la inmunosupresión; entre los segundos la fotocarcinogénesis y el fotoenvejecimiento.



  1. El eritema solar es una respuesta inflamatoria de la piel que aparece a las pocas horas de la exposición solar y alcanza su máxima intensidad a las 12-24 hs. En casos extremos puede llegar a convertirse en una quemadura solar de 1° ó 2° grado superficial, lo que se considera, sobre todo si ocurren en la infancia, como señal clínica de riesgo de cáncer cutáneo. Esta reacción ha servido para definir el concepto de dosis mínima de eritema (MED), utilizado como sistema de medida del efecto biológico de los rayos UV, como la mínima dosis de exposición a una determinada banda de luz que provoca eritema uniforme y de bordes bien definidos; se debe principalmente a los rayos UVB.
  2. La inmunosupresión (debilitamiento del sistema inmunológico); se le atribuye un papel favorecedor en el proceso de formación del cáncer de piel, aumento de infecciones y, alergias cutáneas.
  3. Las fotodermatosis son un conjunto de erupciones y enfermedades cutáneas producidas o desencadenadas por la exposición solar, ya sea por una predisposición personal o por la ingesta de ciertos medicamentos, por perfumes, jabones, etc., fundamentalmente por los UVA.
  4. El fotoenvejecimiento o envejecimiento cutáneo extrínseco, diferente del cronológico; su intensidad dependerá en gran medida del fototipo de piel y de la dosis total de radiación acumulada a lo largo de la vida por una determinada persona.
  5. La fotocarcinogénesis, entendida como la inducción de lesiones precancerosas y de cáncer de piel por efecto de la exposición al sol, es conocida a partir de datos epidemiológicos y de estudios de correlación geográfica que corroboran esta relación.


Además, las radiaciones UV pueden producir daños oculares como cataratas, el pterigión (aparición de un bultito blanco en la córnea), quemaduras en la córnea y daño en la retina.

radiaciones UV